¿Tenis para todos? ¿Un deporte de Elite?

Ya hemos visto antes que la relación entre presencia de infraestructura deportiva e índices de desarrollo humano y también los ingresos de la comuna son proporcionales, es decir mientras más desarrolladas económicamente están las comunas, podríamos decir en términos generales que la gente tiene más posibilidades de acceder a esta forma de recreación. En términos opuestos es lo mismo que señalar que la presencia de infraestructura deportiva en la comuna es inversamente proporcional a los índices de pobreza.

¿Pero eso es todo?, ¿todas las personas de esa comuna con altos ingresos pueden acceder a practicar tenis?, acá la respuesta es evidente, y claramente no pueden todos, pues los ingresos de la comuna están determinados por una multiplicidad de variables económicas y de producción, y muchas veces la riqueza esta muy mal repartida. Por ello es necesario matizar mayormente el análisis, respecto a las posibilidades recreativas en este deporte que tienen los distintos segmentos sociales de las comunas.

Comenzaremos con la valiosa sabiduría que otorga la experiencia. A continuación dos entrevistas realizadas a los encargados de las ramas administrativas del tenis en los recintos del Estadio Español y Valle Dorado, los sres: Álvaro Vega, y Millan Kroger respectivamente.








En lo referente al acceso a las canchas de tenis, ambos testimonios difieren un poco. Claramente el estadio español es una institución de carácter más cerrado, si no se posee ascendencia española es elevadamente oneroso el inscribirse y mantenerse como socio, además que toda persona que desee inscribirse debe pasar por el criterio del comité directivo. También pueden participar estudiantes de instituciones con convenio con el recinto, como el caso de quien les escribe, al ser alumno regular de la PUCV. En el caso del Valle dorado, es una simple mensualidad de 20 mil pesos, sin ningún otro requisito. Acá además se cuenta con convenios con colegios de Villa Alemana, y facilidades económicas para los apoderados de esos establecimientos que deseen inscribir a sus hijos en clases de tenis.

El equipamiento y gastos anuales de un tenista esta claramente relacionado a la mirada que tiene la persona sobre lo que él espera de este deporte.

Si es un hobbie ocasional, tal como nos señala Millan Kroger, no es tan caro como se cree. Las raquetas cuestan alrededor de 50 mil pesos, y zapatillas 30 mil pesos. Luego con 20 mil pesos se puede pagar la mensualidad de varios clubes deportivos entre ellos el Valle dorado de Villa Alemana. El entrevistado nos señala que aproximadamente con unos cien mil pesos anuales se puede mantener un equipamiento de calidad para mantenerse como un activo y constante aficionado al tenis, aunque a esto habría que agregarle el gasto por arriendo o inscripción en un club.

Hace poco también el Estado se ha pronunciado con políticas públicas de promoción al tenis. Se ha logrado un acuerdo entre la federación de tenis y el ministerio de educación para llevar este deporte a los colegios públicos.



Este martes 4 de diciembre, a las 17:30 horas, la Federación de Tenis de Chile, mediante su presidente José Hinzpeter, y el Ministerio de Educación, mediante la Jefa de la División de Educación General, Mónica Luna, firmaron un Acuerdo de Cooperación entre ambas entidades para la implementación del programa de deporte escolar "Tenis de iniciación en escuelas municipales".

Fuente:http://www.federaciondetenisdechile.cl/NoticiasAdm.asp?ai_id=548


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Los datos expuestos arriba, son precios típicos de raquetas de tenis –el implemento más oneroso para practicar tenis- el primero de una “gran tienda”, y el segundo de una conocida página de remates. Como se puede apreciar los precios son similares y oscilan los 70 a 80 mil pesos.

La situación cambia radicalmente si se quiere emprender una carrera profesional de tenista. Alvaro Vega nos lo explica muy bien, una raqueta competitiva entre las más económicas tiene valores de 140 mil pesos, y es necesario comprar mínimo dos. El gasto más elevado son los viajes que debe emprender el tenista, primero por todo Chile, y si tiene éxito por el mundo. Debe pagar viaje, alimentación y estadías, además de preparador físico, entrenador, etc. Sin duda un nivel de gastos que solo puede ser cubierto por los estratos socioeconómicos altos de nuestra sociedad.

En cuanto a los financiamientos públicos y privados, estos tienen elevador requisitos en cuanto a la “calidad” o nivel de talento que exprese el deportista. Chile deportes apoya el juego pero solo en un nivel medio, los jugadores que desean emprender carreras profesionales deben buscar financiamiento privado o costearse ellos mismos su implementación y viajes. Esto claramente tiene el problema de que es muy difícil desarrollar jóvenes con talento potencial u habilidad en estado pasivo, pues los financiamientos privados llegan bajo el criterio de evidencias empíricas de buenos resultados. En consecuencias esta falta de financiamiento o políticas publicas que apoyen el surgimiento de la actividad a nivel profesional, impide la aparición o desarrollo de potenciales talentos nacionales. Cuando se le pregunta a Alvaro Vega ¿Qué se requiere para triunfar?, él se manifiesta contundentemente: talento y dinero.

Cuando pensamos en la relación existente entre pobreza y práctica del tenis, y considerando todos los datos vistos anteriormente, debemos señalar que lo primero es inhabilitante de lo segundo. Una persona pobre en estos momentos no tiene acceso a comprarse los equipamientos más básicos par jugar tenis en el ámbito “recreativo”. El fútbol en este caso es el deporte escogido, por la cantidad de canchas existentes a lo largo del país y los costo mucho menores para poder jugar. Por ello es llamado el “deporte popular”

En el amplio estrato de lo que denominamos “clase media” esta relación no podemos centrarla mayormente en el concepto de pobreza, pero si en resolver una pregunta que es central para nosotros. ¿Es el tenis un deporte elitista? La definición de elite nos habla de un grupo social cerrado que goza de privilegios exclusivos en distintos ámbitos. La práctica regular del tenis sería acá el supuesto privilegio. Para responder a esta pregunta nos situaremos nuevamente en dos niveles de análisis que son indispensables para comprender la problemática. El tenis casual y el tenis competitivo.

El tenis casual, o tenis “recreativo” y su supuesto carácter de “elitista” despierta muchas dudas para Millan Kroger, y él basa su análisis en el nivel de vida que lleva la clase media. “Los Jóvenes gastan a veces más de diez mil pesos en un fin de semana carreteando, si dejaran de carretear dos fines de semana, ya tendrían la inscripción en el club (…), y entonces ¿carretear es elitista?, yo creo que no.” Lo que nos señala el entrevistado es muy significativo en la medida en que podamos relacionar nuestra investigación con las características de la cultura chilena. Claramente hay acá un problema de prioridades, y el deporte no es visto como una prioridad, a diferencia de la diversión nocturna de los fines de semana o la compra de consolas de video juegos, u otro tipo de lujos a los cuales nuestra clase media hoy en día tiene acceso. Por lo tanto podríamos decir que el problema y famosa caracterización del tenis como un “deporte elitista” tiene mucho que ver con un problema educacional en nuestro país. Los recursos existen, hay convenios para que los jóvenes realicen practicas del tenis en universidades o colegios a precios muy rebajados, pero pocas veces los jóvenes o Pares se informan, porque no es visto como una prioridad, se piensa que es un “mal gasto” de recursos, o simplemente se tiene muy arraigada la concepción de que el tenis es un deporte elitista y no hay preocupación por interiorizarse da las oportunidades disponibles para la practica de este.

Respecto al tenis competitivo por los costos señalados anteriormente, necesariamente tendríamos que clasificarlo de “elitista”. Son muy pocos los que pueden acceder, ya sea porque pueden pagar todos sus costos, o porque tuvieron la oportunidad de desarrollar sus potencialidades a temprana edad con profesores o academias especializadas. Además las escuelas de tenis más prestigiosas y tradicionalmente exitosas se encuentran en Europa (Inglaterra y España) y EEUU, lo que evidentemente cierra aún más las puertas a los jóvenes menos privilegiados económicamente, que sueñan con ser tenistas profesionales.

La Carrera del tenista profesional además de emprenderse por motivos personales, se busca por el buen pasar que otorga a quienes se consolidan en el éxito. En cierto modo podría ser un método de ascenso social si estuviera al alcance de un porcentaje mayor de la población. Pero no es así, y hasta que el Estado no emprenda políticas públicas reales de apoyo al desarrollo del deporte en barrios pobres, estos chicos humildes seguirán soñando en despegar del foso de la pobreza a punta de raquetazos.